La cava debe contar con los anaqueles y estantes necesarios
para ordenar los vinos por medio de cada una de las características de los
mimos estos deben contener las botellas bajo un estricto y contar con las
condiciones ambientales.
El tamaño de una cava dependerá totalmente de la cantidad de
botellas que se desee almacenar, esta
deberá contar con un ambiente constante y lo menos agresivo posible con el vino
y este debe de estar definido por 5 características principalmente las cuales
son: iluminación, humedad, temperatura, ventilación y vibraciones.
Debera contar con
muros aislados y de ser posible los cimientos deben de ser en el suelo y
sus dimensiones deben permitir amlacenar una gran cantidad de botellas y entre
cada uno de los estante existente debe de existir un espacio considerable para
poder tener una movilidad dentro de la misma además de que esto ayudara a la
circulación del aire.
El piso es otro
factor importante por lo cual este debe facilitar la transpira con y absorción
de las vibraciones por lo cual se
recomienda la tierra batida, la arena y
la grava.
Ubicación: Es preferible que se encuentre en un lugar poco
frecuentado, y que sus paredes no den al exterior. Si tiene muros exteriores,
su orientación deberá evitar al máximo la insolación, es decir, las superficies
y aberturas en dirección sur.
Temperatura: Un rango de 12 a 15 ºC es lo correcto.
Temperaturas más bajas impiden la evolución de los vinos; más altas provocan
reacciones indeseables y los estropean.
Hay que evitar la cercanía de fuentes de calor,
especialmente calderas de calefacción..
Humedad: Alrededor del 70-75 %. Un ambiente excesivamente
seco promueve la evaporación y reseca los corchos propiciando la fuga de vino.
Los excesos de humedad dañan la estética de las botellas, ya que se despegan y
se destruyen las etiquetas y se favorece la proliferación de microorganismos
(hongos) que pueden afectar al vino.
Ventilación: Es conveniente una moderada aireación, evitando
las corrientes y los intercambios bruscos, así como la entrada de humos y malos
olores.
Iluminación: se debe evitar que la luz del sol acceda
directamente al interior. Las radiaciones afectan la evolución del vino. Son
ideales los focos de luz dispersa, de poca potencia y de intensidad fría.
Estanterías y botelleros. Es conveniente que las superficies
donde reposen las botellas estén dispuestas de manera que no sea necesario
mover las botellas para poder identificarlas. Un sistema de estantes
superpuestos verticalmente y con una distancia suficiente entre ellos permite
optimizar el espacio y contemplar de un solo vistazo una gran cantidad de las
botellas de vino almacenado.
Las superficies donde reposen las botellas deberán ser
planas o ligeramente acanaladas para evitar que rueden; hay que rechazar formas
barrocas que sacrifican, en pro de una dudosa estética, una buena visión de las
botellas y facilitan la acumulación de polvo a la vez que crean zonas mal
ventiladas.
Las estructuras que sostengan los estantes deberán ser lo
más sólidas posible, para evitar movimientos, y de estructura simple, se
recomiendan estructuras perforadas a base de madera tratada o, mejor aún, de
obra de mampostería.
Si la cava está expuesta a vibraciones exteriores, es
conveniente que las estanterías reposen sobre un suelo que pueda absorberlas,
ya sea un suelo arenoso o una superficie de caucho. No son recomendables las
estructuras de hierro, cuyo óxido puede manchar las etiquetas y llegar a
penetrar en el cristal de las botellas.
Para cavas de pequeña capacidad, pueden utilizarse los
perfiles paralelos modulables que permiten sostener las botellas en la posición
adecuada, siempre y cuando sean de constitución robusta, no se apilen más de
tres o cuatro pisos y se deje suficiente distancia entre cada línea para poder
identificar las botellas sin tener que moverlas.
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